El rompecabezas vitícola de nuestra bodega lo conforman ocho parcelas que tienen entre 3 y 65 años. Certificados por el Consell Balear d’Agricultura Ecològica, estos viñedos están plantados sobre suelos calcáreos, arcillosos y de call vermell.
Todos ellos dibujan un mosaico varietal donde encontramos los primeros ejemplares de variedades foráneas plantadas en Mallorca conviviendo con las variedades autóctonas mallorquinas.
Para estimular la salud de nuestras cepas, también realizamos todos los trabajos a mano, siguiendo los movimientos estelares más apropiados y plantando árboles frutales entre las vides.
Son Porquer
El molino de Son Porquer, cuya construcción finalizó en el año 1850, custodia las primeras viñas de variedades foráneas que se sembraron en Mallorca hace ya 40 años. Sin el entusiasmo de mi padre y mi madre, posiblemente la historia del vino en Mallorca sería diferente.
Gracias al intento de mejorar la calidad de los vinos que se elaboraban entonces mediante la incorporación de variedades foráneas, hoy hemos podido recuperar y reivindicar las variedades autóctonas de la isla de Mallorca.
Al otro lado de la carretera de Porreres a Campos, justo delante del molino de Son Porquer, había un campo de albaricoqueros, el árbol frutal por excelencia de nuestro pueblo. En 2005, cuando los árboles eran ya muy viejos, los arrancamos. Este fue el primer viñedo que planté cuando me incorporé al mundo del vino. En 16 años ha cambiado mucho mi visión del vino y la viticultura. Prácticamente fueron los últimos emparrados que instalamos y las últimas variedades foráneas plantadas.
Es Monjos
Camí de Felanitx
Supone la vuelta definitiva a la siembra y recuperación de variedades autóctonas y a la recuperación del vaso como sistema de conducción. Las vides que no sobreviven se van substituyendo por árboles frutales, que nos ayudan a incrementar la biodiversidad y la estructura de nuestra tierra.
Sembrado en el mismo año que el del camino de Felanitx, este premsal de Son Godai crece justo al lado del último campo de albaricoqueros que conserva mi familia materna. Premsal en vaso para la próxima generación vinatera.
Son Godai
Es Pou de sa Carrera
Es el claro exponente del paisaje agrícola de Porreres. Viñas en vaso custodiadas por inmensos albaricoqueros de galta roja sin portainjertos. En viñas como estas empezó mi bisabuelo hace más de 75 años. Este es el origen del primer viñedo, el que marca el camino hacia donde vamos.
Si tenemos en cuenta la intensidad de la plantación, es nuestro mayor viñedo en producción total. Es el claro exponente de las vides plantadas en los años 90. Emparradas y con sistema gota a gota, que desde hace años dejamos de utilizar.
Son Orellet
Son Oliver
La última de las viñas sembradas en Porreres, donde tenemos la bodega. En Mallorca se había utilizado mucho el monastrell, pero hoy en día su presencia es casi testimonial. Lo recuperamos en vaso, junto a la bodega, y es el telón de fondo de los animales de la casa: Duna -nuestra yegua-, Trispol -el perro-, gallinas, patos y ocas.
Son Vinater pertenecía al abuelo de Joan, padre de nuestra hija Bàrbara. En 1989 se arrancaron las vides y desde 1992 se han ido realizando nuevas plantaciones. Son Vinater está situado en una planicie fresca y húmeda, que conserva muy bien el agua durante el verano.
Son Vinater
Els Ermassos

Es el viñedo de mi tío Biel, viejos vasos de callet plantado en call vermell custodiados por un enorme algarrobo. Viñas de resistencia.